lunes, 11 de diciembre de 2023

La tristeza es una promesa de vuelta


Me arranco una costra
y mojo mi dedo en la sangre
para después estamparlo
contra el burdeos de mi vestido.

Parece una flor más.

Nadie al mirarme 
verá la mancha
porque el dolor se esconde
entre los campos de rosas.

Sus pétalos son migas rojas
en un sendero que es siempre de vuelta;
sus espinas no pinchan,
pero se alzan
y atraviesan el cielo.
Cuelgan de ellas
banderas blancas
que yo usaré de capotes.  

Terneros sin cuernos 
acuden a la plaza entonces
para lamerme las manos,
y la sal cuartea sus lenguas 
hasta quebrarlas. 

[Todo lo que toco se deshace

Quisiera utilizar esta capa de edredón,
acurrucarme sobre ella 
hasta despertar con un café en las manos
en el verano de las flores secas;
salir a pasear
para hacer sus cuerpos crujir
como si fueran hojas de otoño.

Que el polen de marzo
hubiese borrado toda forma de regreso. 

viernes, 13 de octubre de 2023

Ojalá este año haya níscalos



Dices que no me quieres 
porque soy pobre,
más pobre es la cigüeña 
y duerme en la torre.

Rodrigo Cuevas


Los rabilargos agitan hoy sus largas colas
y pintan el cielo gris de colores cobalto.
El suelo pide a gritos 
que de sus alas se desprendan 
gotas de agua limpia
y que sus plumas queden
como pinceles lavados.

Los verderones son,
junto con las copas de los pinos,
el único tono cetrino de este paisaje
que no pide ser paraíso cristiano,
tan solo lo justo
para que los jilgueros
se bañen en los charcos
y el fuego no prenda nunca el amarillo.

En este silencio
solo el sonido de las campanas
le hace competencia  
al arrullo de las palomas
que cantan como si fueran búhos.
    Tan, tan, tan tangible
    como los piñotes 
    que Espartaco persigue. 

Llaman a misa. 

Desde lo alto de la ermita, 
la cigüeña pide
que, un año más,  
el naranja asome 
bajo la tierra de los pinares
para anunciar que
donde el humano no alza la guadaña
también crece la comida.

sábado, 7 de octubre de 2023

El topo que quería ser ciego

Caravaggio

Me muevo entre las persianas bajadas
de una habitación sin ventanas,
y el resquicio de cielo 
que asoma a través de la claraboya,
donde la sombra se quedó prendada
de las pinceladas de Caravaggio.

Soy un topo vidente
adicto al tallo que crece bajo el sol,
obsesionado con las quemaduras
de urracas calvas y lagartijas descoladas,
tan apasionado
que cada vez que se encierra en la madriguera
se lame heridas que no existen
y cierra los ojos
porque quisiera ser ciego
solo para no ver
todo lo que se le escapa de las manos. 

Disección de un espárrago blanco que en realidad es verde

Olivier Leroux


Ce n’est pas un asperges

Es la ciudad de los muertos de Tolkien
sobre la que crecen 
no uno,
sino cinco árboles blancos
envueltos por el velo de un insecto
que hunde sus patas 
sobre las laderas de la muralla
para engullir 
todo resquicio de árnica.

Ce n’est pas un monstre

Es el velo que cubre la silueta de Minas Tirith
en plena Segunda Edad
haciendo del antiguo reino de Númenor
un ente de forma fálica
que, ahora, 
me llevo a la boca 
y mastico 
con la convicción
de no haber destruido nada. 

lunes, 17 de julio de 2023

Quien pierda a la pocha fregará los platos


Un collar de perlas negras y extralargo
da varias vueltas
sobre mi cuello de adolescente.
Huele a Lady Rebel y a Nivea de limón.
Y la sensación es siempre extraña:
deseo estar,
pero soy Cleo intentando comprender
por qué tengo cola de sirena.

[En el salón suena Dancing Queen
y yo solo puedo pensar
en esta danza familiar que ocurre ahora
como en un recuerdo]. 

Pediría tres, pero voy obligada
[ya desde que nací
con el puñito extendido,
como Superman y los huelguistas,
pensasteis que venía
con el As en la manga,
pero no apretaba más que una lombriz,
la que siempre quería llevarme a casa.
Bichito me llama ahora Mamá].

La de la frente, sin embargo,
ha sido una suerte.
Pero nunca admitiré azar en los juegos
si soy yo la que gana.

Luego, por la mañana,
viajamos a Mako
y escuchamos los dramas de Lizzie
cómo nos recuerdo allí sentados.

Cristina tiene la sonrisa de alambre
y mi flequillo, la forma de una escalera.
Pablo es tan bajito
como el primo al que saca seis años,
y el verano
la eterna postal
donde garbanzo
es la palabra
más graciosa del mundo. 

sábado, 15 de julio de 2023

Gorrioincito

 

Un pajarito ha caído del nido
y yo lo único que quiero
es tenerlo entre mis manos
(tanta ternura es imán
de accidentes de entusiasmo).
Pero al acercarme
revolotea
se esconde
huye.
– Yo solo quiero ayudarte.
Pero es mentira.
Lo único que en realidad deseo
es achucharle. 
Entretanto,
vigilan sus padres.
Entro en casa,
bajan al suelo;
salgo a la calle,
suben al acebuche.
Él ya es plumas y ligeros vuelos,
pero aún tiene cara de polluelo
y su nido le queda cerca,
pero tan lejos.
Después de comer,
vuelvo a buscarle.
Su canto se oye
desde lo alto de un árbol.
Un gorrioncito que al fin alzó su vuelo
para volver junto a su madre.

jueves, 25 de mayo de 2023

Arresto Momentum

Todas alguna vez
hemos deseado
fundirnos con las algas
para dejar de ser responsables
ante la gente que nos quiere.
 
Duna Haller


[Allí me encontraron,
abrazada a las crines de un kelpie
en el fondo del Lago Negro].

A veces los deseos se cumplen
y las algas enredan sus brazos
en los delirios de un náufrago
que ya no quiere balsa
ni ascendio posible, 
solo dejarse mecer
por el vuelo bajo de un thestral 
que observar
mientras el mundo lucha
contra el que no debe ser nombrado.

Y quedarse así,
tendidos en los prados de las Highlands
al amparo de aventuras 
que no existen
y son reales,
que son piedra de resurrección
en sí mismas. 

    No hay salvación
    porque no hay anhelo.
    No hay Snitch Dorada
    porque no hay victoria. 
    Solo este viento en la cara
    cada vez que cogemos la escoba.

Tras las puertas
de la Sala de los Menesteres,
un lecho de negligencias
que arde al fuego
y yo, 
la dueña del hechizo responsable. 

Mi Patronus,
una pantera que
al fin
descansa en paz.

miércoles, 10 de mayo de 2023

Sequía


Soy
una lágrima de patitas cortas
que se funde en el cemento húmedo
al tropezar con el iris del llanto
y se convierte en el barro
del que nada la arranca,
porque ya está manchada
ya es lodo
ya sucia
ya fango.

Ni siquiera la explosión del dique
puede devolverle el caudal a los ríos
que antes araban de ácido mis mejillas
y ahora escuecen sin fruto,
agua que no prueban mis labios
entreabiertos a la búsqueda
de una lluvia que nunca llega.


Ahora tierra agrietada de color rosa.

Si el dolor no siembra estos campos,
entonces
¿cómo sangro?

viernes, 28 de abril de 2023

Tríptico de la resignación

Tríptico de la resignación

I. Rubén Darío - Diego de León
 
Por mis piernas se resbalan los versos nonatos.
Dejan en las esquinas regueros de tinta
que todo el mundo pisa como si no existieran,
pero su ausencia se calca hasta hacerse hemorragia.

[La ansiedad no se puede arrancar con la boca].

II. Diego de León - Conde de Casal
 
Un hombre se agacha a coger una estrofa,
pero se lleva al bolsillo una moneda.

III. Conde de Casal - Santa Eugenia

Hoy las miradas de hastío
impriman nuestra tristeza en una barra metálica.
Nos agarramos a ella
como si nuestra rabia
pudiera partirla. 
 
Pero al levantar las manos
solo quedan los fetos muertos
de todos aquellos poemas
que jamás nacieron.

domingo, 12 de marzo de 2023

El Museo de Van Gogh me aburre

girasoles van gogh

Esperaba que mis ojos se convirtieran en girasoles
dando vueltas como las ruedas de un coche.
Deseaba
que el azul de Amberes
oliera a algodón de azúcar
y el rojo de Campo con amapolas
desprendiera efluvios de regaliz.

Pero mis párpados se han cerrado
como las compuertas de un garaje.
Nadie saldrá hoy de ruta.
Y a lo único que huele aquí es a porro.
 
Un día después volvemos a probar.
Hoorn, una magdalena
y el primer capítulo de You.

Clic.

¿Dónde estaba el sueño que ayer me retenía?
Hoy tu cara se configura por pequeños hexágonos
y tus movimientos son fotovoltaicos.
Mi mente viaja tan deprisa
que soy incapaz de explicarte por qué me río.
¿Por qué me estoy riendo?

⁃ Vas a morir.

Pero yo no quiero.
Quiero vivir
y saber a qué sabe mi brazo.
(Por eso me lamo, cariño).

Pero no me como, tranquilo.
No me voy a comer.
Ni tampoco me tiraré por la ventana.
Que yo quiero que estés cerca
mientras ruidos desconocidos
sigan siendo el fondo de este mundo
en el que hay dragones en el baño
y el temor desatado
de que Van Gogh vuelva
con su oreja en las manos
para decirme:

“Toma,
mira a ver si esto
te sabe a piruleta”.

Todo eso hubiera pasado si no hubiéramos elegido salvarnos

 
 

No puedo oírte.
No puedo oír tu voz.
Es como si me bebiera una botella de anís
y me durmiera en una colcha de rosas.


Bodas de sangre, Federico García Lorca. 
 
 
Escuché ruidos
y una luz titilar.
Tu letanía,
una canción de miedo
impresa en las huellas que nos llevaron
cara a cara
a la plaza de Goya,
que pronto se sembró de campos de amapolas blancas
que germinaron de tus ojos
y al tocar el suelo
ya eran sábanas de opio.
El presente quedó entonces escondido
bajo polvos de azúcar
y nuestras bocas se llenaron de prado.
Pero una vez saciado el deseo inmediato
acudió el rojo a tiznar los pétalos
que al recoger en mis manos
se hicieron charco
y las espinas perforaron las pupilas
donde antes hubo agua estanca.
El perfume neutro se hizo pútrido
y ya nadie encontró los cadáveres
en las fosas del duelo,
solo dos cartas de suicidios
firmadas por la cordura
de quienes se dejaron seducir
por la promesa de una resurrección.

sábado, 18 de febrero de 2023

Una aurora boreal en Castilla y León

aurora boreal castilla y león

Al levantarnos el cielo estaba rojo
y era de noche
y no había fuego.

En lugar de estrellas,
electrocardiogramas carmesí 
y el pinar preguntándose
qué demonios hacía allí el infierno.

Tío cogiendo la escopeta:
¡Ha llegado la guerra!

Y el dorado de los campos aledaños preguntándose
a qué sabría el beso de un incendio.