lunes, 29 de junio de 2020

La intoxicación de Eros

culpa y deseo ladyquinzano
Ilustración de Paula Bonet

Desde el deseo 
asoma su cabeza
la espina de una cadena
de ramas y tubérculos,
aprieta mis caderas
como sanguijuelas succionan
la sangre de su presa;
porta en el pecho una culpa
que se me deshace en los dedos

y ya es imposible de domesticar.
 
Crecen ríos de opresión
desde el nacimiento del Eros,
y acogen en sus aguas
la mezcla de la culpa y del deseo.
 
Agonizo porque mi vientre
tiene hambre de tu ombligo
y la obligación de saciar siempre
estómagos desérticos.
 
    Te quiero en mis manos
    suplicando por mi sexo,
    y lo suficientemente lejos
    como para hallarme
    en otros cuerpos.
 
            Me quiero para mí sola
            porque compartirme
            es ofrecerte sumisión.
 
Desearte es perverso
porque nunca sé
si es complacencia lo que brota
.

martes, 23 de junio de 2020

En este lado del estanque

En este lado del estanque,
la vida fluye a pesar de los contratiempos, 
a pesar de la vergüenza, 
a pesar de las sentencias, 
a pesar de.  
 
En el otro, una ambulancia emerge 
cual ángel caído 
anunciando el destino 
de todo ser viviente 
—hasta del coronavirus—. 
 
De sus entrañas, 
un desfibrilador asoma 
portado por dos héroes, 
que no son más que sanitarios. 

En este lado del estanque, 
moldeadores de viento 
escupen notas musicales
ante las miradas hipnotizadas
de transeúntes. 

Parejas ajenas 
bailan sin mascarilla 
ante los ojos insidiosos 
de espectadores que juzgan. 

En este ritmo 
no existe la muerte. 
Por eso, 
la distancia de seguridad 
es de centímetros; 
por mascarilla,
 una sonrisa 
y un movimiento torpe. 
Alegre.

En este lado del estanque 
la vida se abre camino 
a pesar de la vida. 

En el otro,
alguien exhala, 
quizás, 
sus últimos suspiros.