sábado, 17 de diciembre de 2022

Los cimientos de Atenas

cimientos de atenas
El equilibrio es imposible.
Iván Ferreiro
 
El destrazo del camino es un felino
que se hace ovillo en mis ojeras
y defeca excrementos de plata 
que más tarde recogeré en una trenza.

Los veréis desmenuzados, 
desentonando con la armonía 
de un peinado bien hecho,
enroscándose en cada stolpersteine,
arrastrándome hasta el suelo donde yacen 
cabezas de medusas calvas.

Y me veréis a mí,
empeñada en esquivar los cantos,
muerta de miedo de encontrarme 
con mis propios ojos abiertos.

Pero es que
por cada serpiente cortada 
hay otras 20 que convierten en piedra 
cada línea recta. 

Al final, no quedará más remedio
que soltar la cola de caballo
y dejar que la piel de las culebras
sean el cimiento de mi lápida
o el sostén de mi próxima Atenas.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Compás de verso por verso

 

La lengua chasca 
en un traspié (incorrecto)
para que la rabia transmute 
en una rima accidental.

[Se ha puesto la música en marcha
mientras todos estábamos ocupados].

Entonces la ironía 
vuelve a hacer un cam        al aire
                                 b
                                   r
                                    é 
y se transforma en un pas      bourrée
                                       de 
que termina con un giro 
                                    en 
                           cuarta
y un tropiezo al 
                        suelo. 

Allí encuentro los p   d   z    s
                            e   a    o
que me soltaron la mano
desordeadnos  
punzantes
sobre todo, 
in c on ex o s. 

Descalza, danzo con ellos,
y de las estrofas
mana la sangre 
que me envuelve 
en una estela de luz carmesí… 

[Ya no hay más sentido
que el del abrazo].

Entonces, dos letras que se miran
y una vocal que eleva a una tilde
                é
en un port   imposible.

martes, 20 de septiembre de 2022

Cianosis solar

 
Septiembre pone la bruma y toda la gente vive consciente
y no se arrepiente de lo que siente,
yo solo digo que es evidente.

Iván Ferreiro

 
Lluvia de vapor 
de la que no riega;
deshace.
Del madroño de la plaza del Sol
se desprenden frutos grises.
Azufre
sobre el lomo del oso
donde ya no brotan las piscinas.

Y este peso. 

Apatía, vieja Suiza. 
Te reconozco.
Lo sabes.

Pero vienes distinta:
con las mejillas lava-
das la impresión de un tiento de luz. 
[Eres un intermitente 
en medio de la noche de un bosque].

Al final caes como una DANA de verano
que prende la cianosis en los centros,
y al levantar la vista a las seis de la tarde
el cielo ya está oscuro. 

lunes, 12 de septiembre de 2022

Exiles


[Autobús-Autobús
Metro-Metro
Autobús 20 paradas
Coche-Metro]

En este hábitat deben de reproducirse 
las muestras de mi probeta
porque al llegar a casa
ya no tengo fuerzas de parir
ni siquiera una puta letra más
hasta que venís vosotros
bisturí sonriente en mano
y con vuestros propios hijos arcillosos.

Entonces cada viernes a las 23.00
la velada termina 
con sesos marrones
tiñendo las paredes del Ajenjo
y la ansiedad,
que ha estado toda la semana
ebullendo en esta pipeta,
transmuta por fin
en un ánfora griego.

martes, 21 de junio de 2022

Poema de la Menstruación

poema menstruación
  
"Un Anillo para gobernarlos a todos.
Un anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos y atarlos en las tinieblas".

Poema del Anillo, J.R.R.Tolkien
 
  
Tres azaleas blancas para las Niñas
aún ajenas a los designios de su sexo.
 
Siete tallos verdes para los Hombres
condenados y bendecidos a jamás florecer.
 
Nueve rosas del desierto para las Ancianas,
liberadas ya del yugo.
 
Una Amapola Roja para la Mujer
sobre su celda de opio
en la tierra de Adán
donde se extienden las espinas.

martes, 19 de abril de 2022

Húmedo sobre húmedo

 
humedo sobre humedo
Tina María Elena

Bajo la cadencia de la luz 
de una noche de acuarelas
doradas y negras
se diluyen mis formas
al ritmo de una bachata muy rápida,
tanto que no sabes bailarla.

Eres la medida de agua justa
que esparce la pintura 
en trazos de azar
y el cuadro se humedece 
hasta desbordar en océano,
hasta encharcar nuestros cuerpos.

Húmedo sobre húmedo
es tu mano en mi cintura
saliéndose de las líneas
desbaratando la figuración
en manchas de colores cálidos
que se mezclan
en una danza furibunda
de deseos animales.

Rosa con rosa,
carne salpicada de púrpura
y acuarela líquida blanca.
Agua y más agua.
El papel desborda.

[Qué pena
que a las 6 de la mañana
de nuestros sexos
solo se desprendan
los pigmentos costrosos
de unas manos quietas].

domingo, 20 de marzo de 2022

Dentadura de patrón

 
Esto va pa’l capataz de la empresa:
el machete no es solo pa’ cortar caña
también es pa’ cortar cabezas.

Residente


Ante tu tono déspota, 
nuestro silencio no es más 
que un boomerang de espinas,
un corpiño que aprieta el volcán
y lo hace estallar en pedazos de alaridos
que se enquistan 
justo 
en la superficie de la piel.
 
De tus fétidos labios 
emerge la palabra del rico,
un reguero de efemérides fascinantes,
una realidad 
en la que no nos reconocemos.

    ¿No lo ves?
    Las manos que te sirven
    son las nuestras.

En el ego de tus domingos 
el tiempo de todos los que pasamos por ti,
cada una de las teclas que pulsamos,
cada gramo de oxígeno que nos compraste
creyéndote su dueño.
 
    ¿Qué sería de nosotros sin tu venia?
 
Oh, Redentor,
gracias por ayudarnos 
en estos tiempos.
Bajo tu manto, 
no llega el hambre
y no pesa el precio de la luz.
Y si no fuera por ti
se hundirían nuestros sueños
en la vagancia más yerta,
pero tú nos das el firmamento mismo
donde esculpir el futuro.
 
Al terminar el trabajo,
alguien soñó 
que de los ojos de San Ignacio
se desprendía el polvo de nuestro salario,
que tú trituraste hasta hacerlo azúcar
rechinando en tus muelas,
pero 
ni siquiera 
los agujeros en nuestra hambre
traspasaron la corteza, 
camaleones del cosmos corporativo.
 
Salvador, 
en tus caries acabará delatándose
el odio que impones.

domingo, 27 de febrero de 2022

Kiev

Hoy algo ha empezado en pasado

un destello 
que solo es un eco engrandecido 
de lo que ya era
y aquí 
todo el mundo 
sigue dormido,
sumidos en los acertijos rutinarios,
agarrados a las barras de los trenes
que hoy saben a radiación y a plomo
como si no fuéramos 
más de lo que somos,
apenas medusas 
a merced del azar del mar.

Me dirijo a un concierto
mientras mis manos 
trazan estas palabras
y también he hecho planes
para hacer un viaje en mayo.

Y es absurdo
porque entretanto se fragua 
quizás
el inicio del fin.

Pero qué hacer si no:
sorber del néctar del presente
el almizcle dorado
y dejarlo derramarse 
por los hombros, el pecho y el vientre
hasta que toda yo sea un cuerpo celeste,
hasta que el día pase

o los hombres grandes lleguen.

sábado, 12 de febrero de 2022

Tártaro

tártaro ladyquinzano
Pintura de Enric Sant
I
 
Vamos en el coche,
tú, en el asiento de alante,
yo, en el de atrás
y encojo mis piernas
mientras tú las e s t i r a s.

El espacio a tu gusto.

Del ventilador,
el invierno llega 
hasta mis brazos desnudos,
pero tengo miedo de pedirte
la mudanza del tiempo
por si la respuesta 
encendiera mis demonios.

Y callo.
 
II
 
Un desconocido quiere ayudarme 
a llevar la maleta,
a transportar las cargas 
que decidí como propias,
pero no le dejo, porque son mías.
Y me aferro a ellas 
como los tampones a los coños,
pero me las quita
como si estuvieran secas.

Y su ayuda me raspa.
 
Y no callo,
pero nadie escucha.

III
 
El Tártaro se ha abierto
y ya no hay cielo que lo ampare.
Solo el techo de este cuerpo encogido,
solo la superficie de esta piel
que se eriza ante el frío
de tu invierno dictado.

Y grito
mientras me todos me dicen
que si me pongo así
perderé la razón.
 
IV
 
Tu sosiego ante esta discusión 
es un privilegio
y la rabia mi derecho. 

sábado, 22 de enero de 2022

La sombra de un hoyuelo

sombra hoyuelo ladyquinzano

Mi rostro se desfigura en hexágonos
que se tocan en un vértice obtuso.
Todo lo que digo que soy
se diluye en el deseo de la novedad.

¿Para qué se hicieron estas manos?
Ansiosas de crear,
anhelantes de la roca,
pero presas del hábito más voraz.

¿Para qué? Dime.

Si los sueños son las uñas
que me muerdo
las quimeras que siega la prisa
las utopías de año nuevo.
Si mis dedos son la pareja descarnada
de las teclas de un piano.

La identidad es un trazo a boli
que deja estelas de fracaso
en el centro de un papel.

Y, quizás, la certeza de mi indiferencia
ante las pretensiones de mi ego
si lo que queda es apenas
la sombra de un hoyuelo.