lunes, 28 de febrero de 2011

Él.

Cuenta la historia que un pequeño niño, ni alto, ni bajo, ni gordo, ni flaco, ni listo, ni tonto... un niño como cualquier otro, aunque como ningún otro, crecía en un mundo en el que se le daba todo hecho y todo parecía ir bien. Pero cierto día tuvo que crecer y aprender que la vida hay que buscársela y esto no le gusto.

Así que se enfadó con el mundo y lo pagó con su alma.

Según pasaba el tiempo se quedaba más solo, hasta que ya no había nadie ni nada por lo que creer.

Se miró al espejo, en él solo podía ver un tipo roto y decidió que su reflejo no era necesario enseñarle...

Entonces, cuando se disponía a dar un paso, el pequeño paso que le separaba entre la vida y la muerte, ella apareció y le tendió la mano, ofreciéndole quedarse en el mundo que tanto daño le había hecho.

-¿Que es tan malo que no puedes soportar?-dijo ella con la sonrisa más sincera.

Y de repente el mundo cambió y pudo ver que no todo era tan malo y se dijo "aunque la lucha me agote merecerá la pena".

-¿Dónde has estado todo este tiempo?

Por un momento volvió el niño, no había nada perdido.

domingo, 27 de febrero de 2011

Dulce/amarga adolescencia

Congelando los momentos. Disfrutando al máximo. Haciendo el loco. Dejándome llevar.

Un día vas a bailar, otro a dar una vuelta pero por motivos extraños acabas gritando en medio de la calle y riéndote como si hubieras bebido litros de alcohol.

Te sorprendes a ti misma sonriendo en el día más triste, haciendo locuras que dijiste que no harías.

Como una montaña rusa: bajas, subes, caes en socavón o llegas a la cima más alta.

Hoy te ves preciosa, mañana odias todo tu ser.

¡Que sensación más rara es esta, que lloras riendo y ríes llorando!

Todo es nuevo.

Sabes que quieres equivocarte para poder aprender de tu gran error.

¿Quién dice que somos ignorantes? Somos los que más disfrutamos de esta vida y los que más la odiamos.

Los que se levantan en el cielo y se acuestan en el infierno.


Bendita/maldita juventud.

martes, 15 de febrero de 2011

Necesito de ti

Necesito de ti. Porque ahora mismo no hay forma de apagar mi alma ensombrecida, no hay más forma que tú, que tus besos, tus caricias, tus palabras… Porque mi sed crece por momentos y según lo hace un agujero cada vez más grande se forma en mi pecho… Porque un grito demasiado hondo arranca de mi garganta, un grito que nadie oye y nadie escucha y nadie ve… Y los días pasan y cada vez se ennegrecen más, y el día se junta con la noche y la noche con la mañana. Y trabajo y no descanso. Quiero que te esfumes, que me dejes en paz… Pero mi corazón pide otra cosa, él solo quiere tenerte cerca y que tu aire sea el mío y el mío el tuyo, y volver a ser uno, y volver a delirar, y volver a la irrealidad y volver a reír, a reír de verdad, y volver a allí, a ese mundo que tú me ofreces, que es lo más maravilloso que se puede vivir.