Resurrección erótica

 

Hoy ha sido el sexo —a dos manos dado— lo que ha despertado aquello que se hallaba muerto en mí.  

 

Réquiem por una musa

Las dos Fridas - Frida Kahlo

Cuántas veces soñaste 
con ser musa de un hombre
malherido de soberbia
por verte elevada a la categoría
de un ángel sin alas
-y entonces para qué-.

Ser lo que no eres 
a costa de las frustraciones
de no alcanzar el cielo
que nunca quisiste
-y ahora añoras-.

 

Cuántas veces 

los ojos de otro

te miraron

y tú repetiste:

"Ojalá verme

como tú me ves".

Pero no. No. No

Tú no eres esa.

Tú no eres

lo que otros pintaron

en lienzos que no abarcaban 

tus márgenes.

Las manos que crean

también son tuyas,

también nuestras.