I. Rubén Darío - Diego de León
Por mis piernas se resbalan los versos nonatos.
Dejan en las esquinas regueros de tinta
que todo el mundo pisa como si no existieran,
pero su ausencia se calca hasta hacerse hemorragia.
[La ansiedad no se puede arrancar con la boca].
II. Diego de León - Conde de Casal
Un hombre se agacha a coger una estrofa,
pero se lleva al bolsillo una moneda.
III. Conde de Casal - Santa Eugenia
Hoy las miradas de hastío
impriman nuestra tristeza en una barra metálica.
Nos agarramos a ella
como si nuestra rabia
pudiera partirla.
Pero al levantar las manos
solo quedan los fetos muertos
de todos aquellos poemas
que jamás nacieron.