sábado, 1 de diciembre de 2018
Cómplices
viernes, 19 de octubre de 2018
Este texto es mío
Me gusta contemplar
Me gusta crear cosas.
Me gusta tener libros
Y aún en el amor
Pero...
lunes, 17 de septiembre de 2018
Pausa
Ilustración de Pula Bonet de su libro La sed |
Anclada a este limbo
al que a veces me condeno,
me pregunto
qué es lo que estoy haciendo.
Y como la mujer desamparada que soy,
me uno a la fila de compañeras perdidas.
Yo te veo y tú me ves,
pero
Qué es este retículo
sin barras de metal,
ni paredes con gotelé
que me limita las zancadas.
Me pregunto por qué respiro esta ciudad
si el aire está oxidado.
Me consumo ante la ventana
y se me pasan las ganas,
esperando a que lleguen
las fechas señaladas.
No me pongas otra copa
que, para refugiarme,
Apática perdida,
tachada de ignorante,
de puta,
de culta,
de fea,
de todas esas cosas
Cansada, hastiada,
Buceando en las ruinas
de mi propia miseria.
Recreándome,
Niñata asustada,
Miro al asfalto
vías,
cualquier otro paisaje
que no me recuerda a mi tierra.
Que mis cadenas fluyen desde dentro
y mis alas son las de un ave negra.
Que esto sea una pausa.
Y que la vida me encuentre rápido.
martes, 11 de septiembre de 2018
León
jueves, 12 de julio de 2018
Tápate los ojos... dispara
Estamos luchando contra un invisible.
Estamos luchando en cada flanco, contra todos,
contra nosotros mismos.
Gata Cattana
Ya sabes,
es que hay veces
que tenemos ganas de escribir
y no sabemos qué decir,
porque el vacío
nos invade a todos
de vez en cuando,
la plaga enfermiza
de esta generación de privilegiados.
Tenemos veintitantos
o, incluso,
30 y muchos,
y vamos por ahí
inventando letras
que nos saquen de este pozo
estúpido y sin sentido.
Y si no son letras,
vienen las canciones,
los dibujos
o los ataques de ansiedad
-si es que tienes la suerte
de que no te venga todo a la vez-.
Fíjate, qué absurdo
tenerlo todo a costa de los sin nada
y seguir buscando fracasos
en los reflejos de los charcos,
buscando algo que echarnos en cara
y restregárnoslo
hasta aprendernos de memoria
que "qué mala suerte tenemos".
Qué absurdo,
qué gilipollez más grande,
beber del drama
de las películas de Hollywood
y lanzarnos a su descubrimiento,
dando con una enfermiza ansia
de sentir algo dentro.
Y es que,
entre tanta moneda y billete de color,
una ya no sabe qué es lo verdadero,
qué sentimiento-cosa-deseo
es enhebrado a los huesos,
qué sentimiento-cosa-deseo
nos han vendido en una caja sin ticket.
Y es que
nos empeñamos
en dar las gracias por todo,
por todo lo que tenemos,
un cerebro con correa
y una jaula de dinero.
Y qué poco pensamos
en lo que nos quitaron.
Hasta los verdugos
fueron desposeídos
de su fuego primitivo.
Sobre todo,
los verdugos.
Dicen que nos falta una guerra,
que no tenemos algo por lo que luchar,
que nos falta una causa.
Dicen que somos la generación perdida,
que no sabemos lo qué es pasar hambre
y ¡ay, los jóvenes de hoy en día!
Y yo les voy a dar la razón
en eso de que muchas veces
no sabemos orientarnos
porque nos cuesta encontrar objetivos válidos
por los que mantener el rumbo fijo.
Pero es que,
qué suerte que ya casi nada
tenga que ser para siempre
en este mundo de mentiras
en el que me cobijo.
Y, en cuanto a las guerras,
no miento si digo que,
a veces,
mirarse al espejo
puede ser como estar mirando
al propio infierno,
y mirarse al dedo índice
puede ser como estar observando
un kalashnikov recién disparado.
Y es que ahora
ya no vemos las caras de nuestros muertos,
a veces hasta creemos
que tenemos las manos limpias,
y la conciencia tranquila,
porque,
como dijo Gata,
luchamos contra un invisible.
Aunque a veces
ese invisible es el malo,
y otras,
el inocente.
Aunque a veces
ese invisible tenga un rostro que,
desgraciadamente,
lleva nuestro nombre.
miércoles, 11 de julio de 2018
miércoles, 27 de junio de 2018
Femme fatale
Rasgo la calma
hasta dar con algo
Después,
se extiende por mis núcleos,
hasta llegar a tus labios.
Es entonces cuando,
en un arrebato de cordura,
puedo ver su color:
negro, oscuro, casi sucio.
Que chorrea de tus dientes,
porque tú también me has mordido.
Siempre consigo la guerra no firmada,
que acabo por repartir
entre mi víctima y su verduga.
Como si Bosnia hubiera tenido
la misma culpa que Serbia,
como si Polonia hubiera estado
al mismo nivel que la Alemania nazi.
Creo cómplices kamikazes.
Dividimos la responsabilidad en porciones
y yo vuelvo tranquila a mi cama,
nido de serpientes.
Y es solo
después de haber despedazado a mi presa,
cuando noto el cianuro
recorriendo mis venas.
lunes, 25 de junio de 2018
Occidente versus tiempo
hay cuatro minutos -esta vez-.
Pero siempre pasarán llenos.
Entre metro y metro
el andén se vuelve a llenar
de personas
quizás por un minuto,
quizás por cuatro...
Y llegaron corriendo a este,
justo a este
que ya anuncia
Entre metro y metro
no pasa nada
y las personas corren para que no se vaya.
Como si no volviera otro.
Como si otro
Y hay gente que corre tanto,
como si de un 100 metros lisos se tratara.
Y si no llegan aporrean la puerta.
Y si llegan por los pelos,
Vencer al tiempo solo es una heroicidad
en las películas americanas.
Ganarle minutos al tiempo
no es lo mismo que ganárselos a la vida.
Y de eso saben mucho los miserables.
Corremos contra reloj
para fingir que lo que hacemos
Mientras, otros esperan,
luchan junto al tic-tac
para vencer la muerte.
¿Qué vale más: un minuto corriendo o un minuto corriéndose?
Un día más es un día más.
jueves, 21 de junio de 2018
Pa' plaga la nuestra
pero repudias a las cotorras argentinas.
Dices que han invadido Madrid.
Te gustan los gorriones,
porque dices que son autóctonos.
Y desperdicias a las palomas
que sobreviven mendigando.
¿No es eso, al fin y al cabo, ser racista pajaril?
¿Y desperdiciar a los que viven a base de restos no es, al fin y al cabo, una réplica de nuestra inhumanidad?
Dices que es que hay demasiadas palomas (...)
Y es que ¿a caso de lo único que puede haber demasiado es de seres humanos?
martes, 12 de junio de 2018
Viaje
lunes, 11 de junio de 2018
Tres relaciones, dos roturas de miocardio y un capullo después
de lo que siempre me habían contado las películas
y más generoso de lo que yo he sido nunca
(que tampoco es difícil).
Tienes, no el color rosa, sino uno indeterminado,
salpicado de las tonalidades
de cuantas vas besando en tu camino.
Tienes una mente cometa,
que vuela en su eterna luna
y admite que izará hacia donde el viento le sople,
porque las opiniones para ti
nunca fueron candados fijos
ni las ideologías muros.
Eres tan poesía, tan verso libre,
que no sabes lo qué es una metáfora
y te conviertes en ella
cada vez que vienes y me salvas.
Nunca has sido el escaparate de nada,
no te vendes ni enjaulas.
Pero todo el mundo piensa de ti.
Todo el mundo juzga de ti.
Todo el mundo dice de ti.
Si tuviéramos ojos por dentro,
tú serías una paloma blanca.
He llegado hasta a ti aprendiendo
que se aprende de los golpes.
Pero la única lección valida
me la han dado tu bandera blanca
y tus caricias de quimera.
Tú, que te llamas amor,
encantada de conocerte.
Tú, que te llamas amor,
has venido a buscarme.
He intentado echarte, a patadas, a voces.
No te reconocía,
estaba tratando de desenmascararte.
A cada gemido
se abría en mi corazón un resquicio de duda,
una alarma incesante.
No te reconocía,
porque nunca antes te había visto.
Los impostores me hicieron creer
que aquello,
el fuego, la sangre, el dolor y la adicción,
llevaban tu nombre.
Nunca he llevado demasiado bien la alegría.
Si no vienen los motivos,
puedo tejer una manta de horrores.
Por eso desconfiaba de tu (b)risa de verano
como si se tratara del huracán Katrina.
Para, al fin, dejarme mecer por tu viento.
Aprender que el amor no tiene que doler,
y que todo lo de antes
y sin ninguna moraleja.
Y que tú, pelo azabache y ojos marrones,
estás hecho a la medida perfecta
de este nuevo compañero,
que ya no me asfixia ni aprieta.
sábado, 9 de junio de 2018
El zoo de la grieta
lunes, 19 de marzo de 2018
Probando
sigue saliendo tu nombre,
sigue sonando tu historia.
Voy a intentar hacerlo mal,
Como a ti te gusta,
sin saber na' de esta puta música,
que si la escucharais,
Sigues sonando en los bares,
sigues doliendo en las carnes,
y del dolor yo lo quería to',
Ven, déjame, déjalo,
ven aquí y dámelo.
Admito mi gusto a la drogadicción
Que si quiero triunfar
caliente,
escribiendo de día,
durmiendo de noche.
o las letras vienen
Siempre hay algo que escribir,
el veneno pa' repartir,
la sangre por fluir,
Ahhh
Antes me consumía por la pluma,
ahora me consumo esperando
Dónde estás,
ya te has ido
Me duele el pecho.
Tanto por contar
De hombres no digo na',
que le quiero a él,
que te quiero a ti.
Na', me prefiero a mí.
Aún me queda todo por decir.
viernes, 9 de marzo de 2018
8 de marzo
martes, 27 de febrero de 2018
A crisálida abierta
que tú,
No, hombre,
Tú solo fuiste el motivo
y, después,
el principio del final del motivo.
Pero bueno, joder,
has sido el capullo
y yo he brotado mariposa.
Que, bueno, después de todo
me veo en la obligación
Así que aquí vienen: de nada (...)
Verás,
vivía encadenada.
A mí,
y a las mentiras que me contaron
durante tanto tiempo.
Así funciona.
Ay,
criaturica de ojos azules,
a rescatarme.
Como un príncipe azul.
Yo no quería azules,
pero ahora sé que esperaba
El caso es que yo decía
Ay, pequeña mentirosa.
Viniste y yo me morí por ti
Y me moría tanto
que pensaba que si tú te ibas
yo ya no era nada.
Y, después de cortarme mis alas,
llegaste tú otra vez
a decirme que me dejabas.
Pero entonces se rompió la crisálida.
Vine yo a rescatarme
y una princesa morada.
Y así fue cómo conocí
y a un sapo que si besas
se tira un eructo
Yo, antes de todo esto,
Me arrastraba por el suelo
-tenía suerte, no os penséis-,
podía escarbar la tierra
donde nadie quiere
Una vezhasta pude hablar con mi abuela,que llevaba bajo tierramás de diez años.
Serpenteaba
No se estaba mal, tampoco,
aunque mariposear,
eso sí que no se puede explicar.
Moraleja:
cualquier cosa es mejor
que estar encerrada en un capullo.
lunes, 29 de enero de 2018
Te quiero con la cabeza
miércoles, 10 de enero de 2018
Chicxulub
Todo lo que piso tiembla tras mis huellas.
Soy como un meteorito
que se estrella contra planetas Tierra
que se quedan echos Marte:
con esperanza de agua y mucha sed.
Con ganas de que me vaya y adoptarme en su cielo
para ponerme anillos de Saturno
que cuelguen de mi cintura mientras bailo,
hasta que se caen.
Porque siempre se caen.
Pero no podéis aspirar a adornarme
como a un simple astro
Veréis, yo destruyo planetas.