Composición de Alexey Kondakov. |
¿Cómo es posible
que una canción
que escucho por primera vez
me haga recordar?
Y, sin embargo, lo hace.
No quiero escribir,
pero también lo hago,
porque un sonido nuevo
me arrastra afuera de la cama,
me llena los ojos de anhelo
hacia la vida
que ahora se nos escapa.
Es una canción lenta,
pero me recuerda
a momentos rápidos.
Momentos rápidos
a cámara lenta.
Una sangriada en la Autónoma,
un concierto en el Miguel Ríos,
un baile en la tarima
de cualquier garito de Madrid,
un beso inadecuado
en la estación de Noviciados.
Es extraño,
recordar a través de algo ajeno,
soñar despierta
a través de palabras
que nunca antes
habíamos escuchado.
La pongo en bucle,
y en mi cabeza
la discoteca se hace leyenda,
estandarte del carpe diem.
Sentirnos vivos
en la vibración de la noche,
ser invencibles
en la inconsciencia de la deriva.
Jamás había
escuchado
esta canción,
que me recuerda
que una vez
estuvimos
más vivos
que nunca.