Tú eras cristiano, yo agnóstica (que me gusta a mí dudar).
Tú eras igualista, yo feminista hasta la médula.
Tú eras taurino, yo antitaurina.
Tú tirando hacia la derecha, yo tirando hacia la izquierda.
Tú futbolero, yo atleta.
Tú publicista, yo periodista.
Tú hielo, yo fuego (¿o era al revés?).
Mirándolo bien, no sé qué cojones hacíamos juntos ni a dónde pretendíamos llegar.
No iba a funcionar, pero qué bien funcionó.