lunes, 25 de abril de 2016

Hexapolar

Artificios de, al menos,
las seis caras escondidas en el espejo. 

Sí, por lo menos.
La que quiere ser que no sabe el qué,
oscila cada lunes entre un mundo y otro.
El debate inagotable de llevar igual que todos, 
ser diferente, pero en el fondo los mismos. 
Y el ego más auténtico
que se esconde dentro.

Las dudas de cada semana
de mostrar nuestra mejor versión,

cuando versiones no somos nosotros.

Empeñada en escarbar en las entrañas, 
encuentro los retales de una niña 
con las manos de mantequilla,
y a su padre mirándose, asustado, en ella.
Huyo de su imagen y la vomito a ratos,
la exhalo a bombas que lo destruyen todo.
A veces duerme el león, tranquilo, paciente,
pero siempre esperando a que lo despierten.

Se pelean las caras de la misma persona,
se mienten,

y usurpan el lugar
de quien ayer se llamaba adolescente.

Pero cómo voy a explicarte 
que cada día soy alguien diferente.
Hexapolar, por ahora. 
Mañana puede que sea octopolar, 
y así hasta el siguiente.

Mírame, te digo incrédula, 
que no hay forma de definirme, aún.
Respírame, a bocanadas que te dejen sin aire,
que lo que hoy huele a tierra, 
mañana podría recordarte a la mierda.