Siempre que llega el otoño
la nostalgia acude,
fiel compañera del anhelo estival,
y los tópicos me atraen
como el humo al vigilante.
Escribo en esta tarde
"cualquier tiempo pasado fue mejor"
y, sin embargo, los pasados simples
van vestidos de presentes.
Gotas de lluvia golpean a mi puerta
y se derraman en pedazos de estanque
que mojan el suelo de sosiego.
[No el frío
No la tristeza
No la ansiedad
No la apatía].
Estas gotas que se escurren por mi rostro.
Estas gotas que, por una vez, no son lágrimas