Anduve con los ojos muy cerrados
y nunca me perdí. Llevadme ahora,
que no puedo soñar, de tan despierta.
Carmen Conde
Los versos,
campos de flores
de todos los tipos y colores.
Y entre ellas, a veces,
una rosa pincha,
despierta los dolores.
Otras,
estallan las pupilas,
la vida contenida
en el centro de un girasol,
la mente fluye
tras soplar un diente de león.