Y te sigo por el aire como una brizna de hierba.
una y mil veces,
pero ya no quiero
consumirme en nuestro fuego.
Nunca más.
Y, sin embargo,
volvería a ahogarme,
incrédula,
incrédula,
en tus aguas
tan sucias como traslúcidas,
profundas,
esconden monstruos de hielo,
que me queman
igual que tu verano murciano.
que me queman
igual que tu verano murciano.
No vuelvas a buscarme,
por favor,
porque podrías encontrar
porque podrías encontrar
todo aquello
que ya no quiero darte.
Siempre te querré.
Pero ya no hay forma
Siempre te querré.
Pero ya no hay forma
de hacernos revivir,
inertes en el fondo de un estanque,
ocultos de las malezas del presente.
inertes en el fondo de un estanque,
ocultos de las malezas del presente.
Si volvieras a besarme
tus dientes solo encontrarían
carne putrefacta,
el centro de todos nuestros males.
el centro de todos nuestros males.
Vete,
vete,
que ya te has ido
y no sales de mi cabeza.
y no sales de mi cabeza.
Vete,
vete,
que ya te has ido
y no paras de retumbar en mi pecho.
y no paras de retumbar en mi pecho.
Llévate de mí este pozo oscuro,
que me falta el aire
por propia voluntad.
Quítame estas cuerdas
Quítame estas cuerdas
que no me dejan respirar,
que me aprietan el alma,
que me rompen
que me aprietan el alma,
que me rompen
y me amarran,
a ti,
a ti,
ojos de mar.
Pero cómo quitarlas,
Pero cómo quitarlas,
si a ti también te atan...